El Desafío Eco Río Turbio ya piensa en el 2025

Melina Galván, Ariadna Calodolce, Lautaro Báez, Carlos Muñoz y Malena Abarzua, alumnos de la Escuela Industrial N° 5, hicieron referencia en “Te Paso la Pelota” acerca de la experiencia que tuvieron en el Desafío ECO YPF en Concepción del Uruguay, Entre Ríos.
En principio, Galván señaló que no pensaron que iban a llegar tan lejos: “Nosotros queríamos terminar el proyecto y llevarlo a la pista, y logramos más que eso, estamos orgullosos de haber podido concretar este objetivo. Todo fue pensado por Carlos y Lautaro, ellos fueron armando el grupo. Las últimas dos semanas estuvimos a full, ahí nos dividimos las tareas”, destacó.
“Yo me sume en agosto, Gennaro me preguntó si quería ser parte, y acepté prácticamente de inmediato. El viaje se confirmó a último momento, eso nos motivó y nos dimos cuenta que valió la pena estar hasta el último minuto”, enfatizó Calodolce.
Por su parte, Báez dijo que lo llamó Carlos para participar: “Empezamos a averiguar cómo era el tema y le dimos para adelante. Comenzamos a buscar a los chicos para que sean parte del equipo. También se sumaron los profesores Heraldo Bravo, quien se sumó de inmediato y nos ayudó en la estructura y el chasis, Martín Marteletti en la aerodinámica y Nazahel Jaramillo en la instalación eléctrica”, indicó.
“Llegamos al circuito y aparecieron los problemas. Nos teníamos que acreditar y faltaban papeles. En el medio bajamos el auto, inflamos cubiertas y, de repente, se reventó una. Luego armamos todo y cuando estábamos por entrar se corta el cable del freno. En la fila se desoldó el volante”, detalló.
Sobre las carreras que les tocó, expresó: “El slalom es un circuito de curvas. Cuando termina hay que estacionar el auto en un sector, tuvimos un buen tiempo. Hubo un recargo porque nos pasamos de largo. Después teníamos un octavo de millas, flying lap, sprint femenino y eurodance”.
“En la última carrera iba bien, pasando algunos autos. Cuando agarré el primer curvón me había abierto y se salió la rueda. Un banderillero me acomodó la rueda pero ya no lo podía llevar a boxes. Había muchos autos frenados en ese sector. Ahí se terminó la carrera para nosotros”, apuntó.
Asimismo, recalcó que la idea es seguir con el proyecto los próximos años: “Tomamos nota de todo lo que tenemos que corregir para poder tener un auto más competitivo. Tenemos que ver los frenos, que tienen que ser hidráulicos, las direcciones, entre otros. El kit ya es nuestro, incluye motor, acelerador, controladora, entre otras cosas”, expuso.
Muñoz tuvo la idea de participar: “El año pasado vi un par de videos, me encontré con esta competencia de Escuelas Técnicas del país. Le escribí a Lautaro, porque fue el primero que se me vino a la mente para ser piloto. De a poco se fue armando el equipo, la tercera en sumarse fue Melina. Varios se bajaron antes por proyectos personales”, subrayó.
“Desde Buenos Aires nos mandaron el kit una semana antes, y sumado a eso nos complicó el no contar con la escuela tanto tiempo por la falta de gas. No estamos tan lejos de otros autos, hay que hacer solo algunas correcciones para el próximo año. Lo que más nos costó fue el tema de los frenos. Fuimos el primer auto en largar”, señaló.
Abarzua es la última que se unió al proyecto: “Sabía lo que estaban haciendo pero por encima. El último día parecía que no viajábamos, pero por suerte todo se pudo solucionar. La entrevista en Garate TV fue buena, nos trataron bien. Nos prepararon la sorpresa de poder subirnos a motos eléctricas”, afirmó.
“Estaba nerviosa al principio, pero después le agarre el ritmo para manejar el auto, lo sentía como un cuatriciclo. Fueron dos vueltas, en la rama femenina, tuvimos un buen desempeño”, expresó.

