Los pilotos analizaron la accidentada última fecha del automovilismo local
Nazareno Campana, Bebo Flores, Bruno Carrizo y Miguel Mangifesta analizaron en “Te Paso la Pelota” el Gran Premio Rincón de Luemm – Copa Challenger Don Apre Carrizo, la cual tuvo una final postergada para el 23 de noviembre.
En principio, Nazareno señaló sobre su salida en la final: “Pedí muchas veces que me den 10 minutos, el Vasco Arhex no me dio mucha importancia, cabíamos la bomba de agua a último momento, vi la bandera verde y cuando veo por la curva del choripán no entendía si estaban corriendo o dando una vuelta. De adentro del auto no entendía nada. Como estaba último iba a frenar en la chicana. Llegué y no había nadie. Estaba desconcertado. Por el retrovisor vi el choque”.
“Personalmente soy un inexperimentado. Hay que ir con el auto y hacer las cosas bien para que no se rompa. En el circuito cuesta pensar eso. Bebo me vio y me dijo anda a buscar el motor a casa. Tenía muchas ganas de correr. Yo sabía que estaba el proceso de largada, pero no creí que estaban engrillados. No me molestaba salir desde boxes, el problema fue del comisario y el banderillero de no pararme a mí”, enfatizó.
‘Bebo’ también dio su mirada de lo sucedido: “Nos estaban engrillando, vemos que salía de boxes y el banderillero en vez de hacerle señas lo dejó salir directamente. Yo veía que iba por el galpón y a nosotros nos largaron, no entendía nada. Cuando salimos de la chicana avisaron que había bandera roja, Miguel empezó a aflojar, yo empecé a aflojar y de repente empezamos a sentir los golpes”.
Consultado sobre si el auto estaba en condiciones después del choque, dijo que no, recalcando que están haciendo todo lo posible para llegar al 23 de noviembre, aunque dijo que “están complicados”: “El mío no estaba para largar. Los chicos están trabajando en el auto, se torcieron el chasis, las parrillas, dirección, amortiguadores”, expresó.
Por su parte, Bruno dijo que su auto andaba bien: “Estaba mejor que el de Martín. La realidad es que desde que largamos y lo choco, me sorprende lo mucho que frena. Después hago toda la vuelta y cuando voy para abajo tengo que levantar para no chocarlo y cuando vi a Miguel tirarse para afuera, doblamos para afuera, fue un error mío por inexperiencia. En la chicana no vimos bandera roja. En mi caso no tengo comunicación con el equipo”, señaló.
“Se subestima el nivel de la categoría y del evento. Entiendo que cuesta conseguir colaboradores y gente que pueda trabajar el día de la carrera, pero deberíamos invertir en esas cosas para formar un equipo de banderilleros y de tener un comisario deportivo que esté a la altura. Hay que profesionalizar lo externo, los autos tienen buen nivel, los pilotos hacen bien las cosas y la gente acompaña”, apuntó.
Asimismo, Miguel acotó: “En la primera vuelta sabíamos que Bebo se iba a cuidar. Salió una linda maniobra, cuando salimos para arriba me avisan que posiblemente había una bandera roja, empecé a levantar en la zona de la chicana y cuando salgo a la recta todos venían pegados atrás. Son cosas de las carreras”.
En este sentido, opinó que “la categoría está pareja, las carreras están para cualquiera”: “Cuando empezamos hubo 5 ganadores distintos, eso habla de que un error o una penalización van a costarle al piloto. Se pueden corregir algunos detalles, pero reglamentariamente creo que estamos bien. Me enfoque en manejar y disfrutar”, recalcó.